No te dejes engañar por su apariencia minimalista: detrás de su simplicidad se esconde un cóctel con carácter, capaz de desafiar las expectativas desde el primer sorbo. Nacido en los barcos británicos para combatir el escorbuto y perfeccionado en los bares estadounidenses del siglo XIX, su magia reside en su equilibrio preciso entre lo ácido, lo dulce y ese toque sutil de amargor. Una bebida que no necesita fuegos artificiales para impresionar: basta el balance justo.
1
50mlde bourbon
25mlde zumo de limón
20mlde sirope de azúcar
1 toque(s)de angostura
1 clara(s)de huevo
Hielo
Midiendo con el jigger, agrega bourbon, zumo de limón y almíbar, junto con la clara de huevo y angostura, en la coctelera.
Cierra y agita para batir la mezcla.
Abre la coctelera y agrega hielo.
Vuelve a agitar hasta que esté frío.
Cuela la mezcla en el vaso con hielo.
Usando el cuchillo, corta una rodaja de limón y colócala encima como adorno.