P. ¿Cómo cambió SHE tu relación con tu hermana?
R. Sin duda ayudó mucho. Llevábamos un tiempo distanciadas, pero al reflejar el spot mi propia verdad, hicimos ‘clic’ de nuevo. Ahora lo hacemos todo juntas. Salimos de fiesta con sus amigos, cocinamos, nos pasamos el día tiradas en el sofá viendo series... Lo normal entre dos hermanas.
P. Más allá de esta acción publicitaria, ¿cómo podemos como sociedad seguir tirando abajo las barreras?
R. A través de todos los artistas y todas las personas que tienen un discurso fuerte y libertad de expresión. Hay una frase que me gusta mucho de Mulan que dice que un granito de arena desequilibra la balanza. De hecho, la película habla sobre una mujer que se viste de hombre para encajar en un ejército, algo que refleja un poco la sociedad de hoy: si te disfrazas, encajas. Mulan consiguió salvar China y creo que todos, a través de nuestros pequeños gestos, podemos influir en los demás hasta crear una cadena de cambios que desemboque en algo más global.
P. ‘SHE’ pone el foco en el problema de la “homosexoledad navideña” que experimentan muchos miembros del colectivo LGTBIQ+ durante las fiestas debido al rechazo de su propio entorno. ¿Qué han supuesto para ti históricamente esas fechas?
R. Las reuniones familiares siempre son complicadas: tiendes a disfrazarte frente a aquellos con los que no vives diariamente. Cuando haces la maleta prescindes de cosas que te hacen ilusión, no te muestras como de verdad te gustaría. Desde pequeña, cuando recibía los regalos de Navidad, decía que me habían traído Action Man o coches de carreras, cuando en verdad habían sido muñecas Bratzs y juegos para “niñas”. Por suerte mi madre ya era entonces mi gran apoyo. Mi abuela me preguntaba a menudo: ¿ya tienes novia? Es curioso que tuviera que mentir y que precisamente en este spot interprete a un personaje cuyo abuelo es su principal ayuda.
P. Has contado que tuviste que marcharte de Zaragoza y te mudaste a Madrid. ¿Cómo fue tu sexilio?
R. Salí de Zaragoza porque necesitaba buscar mi identidad y expresarme como artista. Y eso me dio la oportunidad de ver un mundo más grande y más posible. Reconozco que al principio fue muy duro decir adiós sin tener un billete de vuelta, pero luego cambió todo: descubrí en mí misma infinitas identidades sintiéndose libres y disfrutándose.
P. ¿Qué te parecen acciones como Orgullo de Pueblo?
R. Admiro mucho este proyecto de J&B. Lamentablemente sigue habiendo lugares donde aún no entienden que la identidad es una celebración. Subir a su carroza es un viaje de risas, shows, performaces. Se parece a la película Priscilla, Reina del Desierto.
P. ¿Qué has encontrado en la capital?
R. Madrid me ha dado una familia, ha abierto una caja de sentimientos muy bonita [se emociona], me ha ayudado a sacar esa criatura rara que de pequeña no me imaginaba poder ser. Y ahora de repente me veo a mí misma como un trol, una sirena, un albañil... Y nunca dejo de ser yo misma pasándomelo bien. Madrid me ha dado, sobre todo, mucha felicidad.
P. Háblanos de tu nombre, Ella Muore.
R. Lo elegí porque mientras lo pronuncias estás diciendo “el amor”. Pero al mismo tiempo significa “ella muere”. Me gusta llevar por bandera el concepto del cambio, el de deconstruirse, el de una transición que es infinita, como la de un fénix con sus cenizas. Dejar de ser para empezar a ser.