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Blackpanda: “Nos gusta la experimentación y la búsqueda. Nunca nos quedamos en un solo sitio”
Entrevista a la banda que, con su primer disco completo y el apoyo de Johnnie Walker, marca con paso firme el rumbo de la escena emergente nacional
Por Arturo Paniagua

En un panorama musical donde los grandes nombres y las cifras dominan la conversación, encontrar una identidad propia y sostener una carrera independiente se ha convertido en una tarea titánica. Johnnie Walker, a través de su apuesta por artistas emergentes con una visión auténtica, ha demostrado que el camino del talento y la perseverancia sigue teniendo espacio en la industria. Proyectos como Blackpanda son prueba de ello: un dúo que ha decidido construir su recorrido sin atajos, apostando por la experimentación y el crecimiento orgánico.
Para Blackpanda, la independencia ha sido una decisión consciente, un camino que han decidido recorrer con total libertad creativa. "Nos gusta construir nuestra carrera con nuestras propias reglas. Sabemos que el recorrido es más lento, pero también es mucho más nuestro", explican.
El dúo formado por Marta y Andrew ha pasado de lanzar singles independientes a publicar su primer álbum, Vapor y Cielo, una obra que refleja su evolución y su apuesta por la experimentación. "Hacemos la música que nos gusta, sin etiquetas. Nos mueve el ritmo, pero también la sensibilidad", dicen. Este enfoque les ha permitido fusionar influencias diversas, desde el pop electrónico al UK Garage, pasando por el Drum & Bass y el Amapiano, todo ello sin perder su identidad.
“Nos gusta construir nuestra carrera con nuestras propias reglas. Sabemos que el recorrido es más lento, pero también es mucho más nuestro.”

Pregunta. Hacer música con alguien es un proceso muy íntimo. ¿Cómo ha sido para vosotros construir este proyecto juntos?
Marta. Para mí, un descubrimiento y un aprendizaje grande, porque siempre había cantado y siempre había tocado con bandas, pero nunca había compuesto hasta que nos conocimos realmente y fue cuando empezamos a indagar. Es un proceso de aprendizaje puro porque yo no venía con esa formación compositiva, y luego está muy vinculado a lo personal en nuestro caso. Hemos desarrollado un código, un lenguaje y una manera de entendernos en el estudio que tiene mucho que ver con nuestra forma de comunicarnos en la vida.
Andrew. El trabajo en el estudio nos ha enseñado a relacionarnos de una manera distinta. Siempre decimos que nos resulta muy interesante porque hemos aprendido a entendernos dentro de nuestro ecosistema. Es un camino muy bonito.
P. En un dúo, ¿cómo repartís las responsabilidades dentro del proyecto?
Andrew. Lo de la pelea entre dos es un problema, claro, porque: ¿Cómo divides cuando uno piensa de una manera y otro de otra? Siempre he dicho de broma que molaría echarlo a una moneda al aire y punto, pero eso no suele ser eficiente. Luego, cada uno en la tarea del otro opina, valora y aporta visión, pero siempre hay alguien que tiene decisión final en cada uno de los campos. En el tema técnico y de sonido, yo suelo tener una mayor opinión, aunque Marta siempre da su visión. Y en la parte visual y estética, es ella la que tiene más peso y yo apoyo y aporto ideas.
Marta. Sí, al final cada uno ha encontrado su lugar, pero nos gusta que todo esté entremezclado. Aunque Andrew es más técnico, yo también he aprendido mucho de producción y me gusta hacer mis cosas. Y lo mismo con él en la parte visual. Nos complementamos y al final todo acaba siendo muy natural.
“Hemos desarrollado un código, un lenguaje y una manera de entendernos en el estudio que tiene mucho que ver con nuestra forma de comunicarnos en la vida.”

P. ¿Cuáles han sido las mayores enseñanzas en vuestro camino como banda?
Marta. La capacidad de escucha, de dónde estás tú y en qué momento te encuentras. Es importante preguntarse y replantearse. Pero también ser constante, porque no todos los días tienes la inspiración que necesitas y hay que tomarse eso como parte de un camino. Y sobre todo paciencia, porque al final esto es como una montaña rusa.
Andrew. Yo creo que hay que pensar que todo llega y todo pasa. Y todo vuelve a llegar y vuelve a pasar.
Marta. También pienso que es importante hacer, probar y estar comprometido con la música, con el arte y lo que quieres decir. Eso hace que mejores un montón tu propuesta y tu puesta en escena.
P. Vapor y Cielo es vuestro primer álbum después de cinco años lanzando singles. ¿Cómo ha sido el cambio a este formato?
Andrew. Sí, los singles al final son como microproyectos que de alguna forma te van preparando el camino. Pero al final te queda el resquemor, esas ganas de hacer más y buscar una mayor profundidad. Lo bueno es que lo hemos ido haciendo todo poco a poco, desde la producción de la música hasta el diseño, la propuesta estética... Ha sido un proceso emocionante.
Marta. Trabajar single a single es mucho menos complejo porque es un trabajo pequeño y ahí vuelcas en cada cosa la propuesta artística o visual que quieres. Un disco es más laborioso porque tienes que crear todo el imaginario.
“Hacemos la música que nos gusta, sin etiquetas. Nos mueve el ritmo, pero también la sensibilidad.”

P. En un mercado donde se pone tanto peso en los números, ¿cómo evitáis caer en la comparación con otros artistas?
Andrew. Cuando eres un artista emergente e independiente te vas buscando un poco la vida. El gran obstáculo es la capacidad para distribuir tu música y llegar a más lugares. Todo eso una vez ya tienes asentadas las otras bases: un buen diseño, una música trabajada y una estrategia de lanzamientos. Pero lo más difícil sigue siendo transmitir el mensaje y llegar a la gente, sobre todo en un mundo en el que sale música constantemente. Y esto hace que tengas que aprender a lidiar con la frustración.
Marta. Sí, paciencia y tolerar esa frustración de ver que quizás aún no estás en los espacios que quieres o para los que estás preparado. Pero sí, esa constante comparativa es jodida.
Andrew. Es verdad que cuando el negocio se mezcla con el arte es inevitable no compararse. En mi caso intento que sea una comparación en una dirección positiva. Si veo que alguien está haciendo algo que me interesa o está en un lugar en el que nos gustaría estar, intento analizar el por qué y qué cosas podríamos aplicar para estar en un sitio que nos interese.
P. ¿Cómo valoráis el apoyo de Johnnie Walker hacia artistas emergentes como vosotros, con una visión propia?
Marta. Nos ayuda mucho. Nos van a acompañar en las giras, que está muy bien. Yo estoy sorprendida con lo bien que está yendo la venta de entradas, que nunca es fácil. Pero todo esto conlleva mucho gasto y al final tienes que invertir: En un set de luces, en hacer una propuesta más interesante. Es una ayuda que nos viene genial.
Andrew. Y sobre todo que lo hagan con una banda como nosotros, que crece poco a poco. Y me gusta que sea una cuestión de valores que nos unan a ambos.
Marta. Al final es más orgánico así. Es más interesante desarrollar una relación con la marca e incluso mostrarla. En este caso, Johnnie Walker tiene una narrativa y una historia ligada a la música y al ocio. Lo que transmitían nos gustó mucho.
“Hay que pensar que todo llega y todo pasa. Y todo vuelve a llegar y vuelve a pasar.”

El directo de Blackpanda: donde todo cobra sentido
Si Vapor y Cielo es el resultado de años de experimentación y construcción, es sobre el escenario donde Blackpanda logra que su propuesta cobre una nueva dimensión. "Un directo de Blackpanda es energía, alegría, pasarlo bien, divertirse con los amigos. Yo siempre digo que Blackpanda en un festival es el concierto en el que los amigos a los que les gustan cosas distintas quedan juntos para pasárselo bien", explica Andrew. Marta añade: "Sí, creo que es un momento de música, de soltar, de liberar, de bailar y también de tener algún momento íntimo para respirar”.
Para quienes quieran vivir de primera mano la esencia de Blackpanda, verlos en directo es la mejor forma de comprender el universo de Vapor y Cielo. Porque al final, su camino se sigue construyendo en cada canción, en cada escenario y en cada conexión con quienes los escuchan.
Para Blackpanda, la música es un camino en constante evolución. "Nos gusta la experimentación y la búsqueda. Nunca nos quedamos en un solo sitio", afirman. Su disco Vapor y Cielo es un reflejo de esa inquietud creativa, y con el apoyo de Johnnie Walker continúan explorando nuevas formas de llevar su arte a más gente. "No buscamos encajar en una categoría cerrada. Queremos seguir creciendo sin perder nuestra esencia". Con una propuesta que equilibra lo rítmico y lo sensible, Blackpanda sigue caminando con paso firme en la escena independiente.
Te invitamos a descubrir más a fondo la trayectoria de este dúo y a emocionarte con ellos en nuestra playlist de Spotify “Blackpanda: Camino y aprendizaje”. ¡Dale al play y disfruta con su música sin etiquetas!
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