Love of Lesbian y Siloé: el arte de no perderse en el camino
Entrevista cruzada a dos iconos generacionales del indie español en sintonía con el espíritu Keep Walking de Johnnie Walker
A Santi Balmes no hay quien le meta en vereda. La imagen no tiene desperdicio: el cantante de Love of Lesbian, camiseta de Blade Runner y pantalones piratas, empuña el micro en una masía fortificada del siglo XII en Tarragona. Hace un rehilete con el brazo que parece atacar un acorde imaginario mientras le habla a un público de ocho afortunados. “Esto me pone nervioso”, confiesa a punto de lanzarse a cantar. “Miles de personas joden menos, porque no ves los ojos de cada una. Si me equivoco en una nota será la primera vez que pase, ¿eh? En casa me salía perfecto” [Risas]. Suenan los acordes iniciales de Ejército de Salvación y arranca el show.
Es jueves a mediodía, y lo que allí sucede es un instante orquestado por Johnnie Walker en el refugio habitual de la banda, donde foguean los temas de su último disco antes de arrancar su gira en México. Pero eso no es todo. Desde una de las cabinas de la masía, Siloé –la banda revelación de 2024– también asiste el ensayo. “Hemos superado el centenar de conciertos este año. Nadie ha hecho eso en España desde Héroes del Silencio”, nos cuenta con orgullo su manager, Óscar Herrador.
¿El motivo de esta visita? Juntar a ambas bandas con nuestro experto musical, Arturo Paniagua, para hablar de los retos de sus carreras, el éxito y la búsqueda de un estilo propio. Inspirado en el espíritu Keep Walking de Johnnie Walker, este encuentro celebra la perseverancia y autenticidad de cada grupo, reflejando el compromiso de la marca con la música y el valor de avanzar sin perder la esencia.
ARTURO PANIAGUA. ¿En qué momento vital os pillo, Love of Lesbian?
SANTI BALMES. Pues en el trampolín, a punto de saltar a la gira de Ejército de Salvación, que es un disco que está teniendo una recepción bestial.
AP. Número uno en ventas.
SB. Sí, no quería decirlo, pero ya que lo comentas... [Risas].
AP. Y vosotros, Siloé, ¿qué tal estáis? Veo mucho concierto lleno por ahí.
FITO ROBLES. Pues ahora mismo en modo aprendizaje. Es un lujazo asistir a un ensayo de Love of Lesbian y ver cómo afrontan disco tras disco tras disco... E incluso descubrir que todavía se ponen nerviosos. Yo pensaba que algún día se me pasarían los nervios... [Risas].
AP. Veo mucho paralelismo entre lo que vivisteis en LOL en 2010 y lo que le está sucediendo hoy como Siloé, ¿no Santi?
SB. Ese momento fue increíble para la banda, aunque lo más complicado llegó deprisa, en 2012, cuando los haters, los “estorninos”, se giraron hacia nosotros [por hacer una campaña con una gran marca comercial]. Hubo un momento en el que no podías abrir Twitter porque leías cada cosa que era para alucinar. Después llegaron otras bandas, y los estorninos se fueron con ellas.
AP. ¿Existe una especie de manual no escrito para hacer ese camino, que no se te vaya la cabeza y puedas gestionar situaciones como esas?
JORDI ROIG (LOL). No, porque cada banda tiene su camino. Y si hubiera un manual todos tendríamos el mismo éxito. Antes hablábamos de 2010, y lo cierto es que todo vino muy de golpe. Recuerdo una noche en Galicia, que fue el primer sold out que hicimos, en la Fábrica de Chocolate de Vigo, con 400 o 500 personas. Aquel día estaba Iván Ferreiro, que me dijo una frase que se me quedó grabada: “Disfruta y acuérdate de la primera vez, que es magia, porque a partir de ahora todo va a ir para arriba...”. Es curioso cómo a veces las voces que te llegan desde fuera tienen más clarividencia que las tuyas propias. Tú tienes tendencia a menospreciarte. Y efectivamente Iván acertó: la banda iba para arriba.
AP. Xavi [de Siloé] quería hablarnos sobre un encuentro Love of Lesbian-Siloé mucho antes de lo que todos pensamos...
XAVI ROAD. Nunca os lo he dicho, pero con 17 años grabé mi primer disco en Barcelona, en Blind Records, y como no teníamos dinero para comprarnos algunos instrumentos, vosotros nos dejasteis parte de vuestro back line. Así que, de alguna forma, estuvisteis en el origen de mi carrera y quería agradecéroslo...
SB. Qué guay, me alegro mucho. Pensaba que ibas a decir: “Me escupisteis. Y a partir de ahora, os odié y soy de esos estorninos”. [Risas].
“Al principio fue como llevar una doble vida, como Batman durmiendo en su batcueva. Yo era profesor de infantil y primaria, y por las noches salía a tocar.”
– Julián Saldarriaga (Love of Lesbian)
AP. Mi teoría es que para llegar a vivir al 100% de la música, en España tienen que pasar al menos 10 años. Es un proceso de perseverancia, muy al estilo de la filosofía Keep Walking. ¿Cómo fueron vuestros comienzos hasta que pudisteis vivir de esto?
JULIÁN SALDARRIAGA (LOL). Al principio fue como llevar una doble vida, como Batman durmiendo en su batcueva. Yo era profesor de infantil y primaria, y por las noches salía a tocar. En el colegio sabían de mis pocas horas de sueño, así que me dieron unas llaves. Como estaba en Sant Joan Despí, muchas veces no me daba tiempo a volver a casa tras un concierto. Llegaba de madrugada al colegio, desactivaba la alarma, ponía un colchón en el gimnasio y dormía un par de horas. Luego, el conserje llegaba con un café de máquina y me decía: "Juli, venga, hay que levantarse.
AP. Y vosotros, Fito, ¿cómo era la vida antes?
FR. Yo estudié en la universidad y, como en nuestra zona [Valladolid] hay buen vino, la mayoría vendimiábamos para pagar nuestros gastos. Gracias a eso pude ir a Berkeley, Boston… Antes de dar el salto, hace unos dos o tres años, Xavi y yo hacíamos bandas sonoras para cortos, yo daba clases de canto, hacía reportajes para Televisión de Castilla y León e intentábamos sacar horas para el grupo. Es un honor que hoy nos llamen "artistas emergentes", pero no nos empezó a ir bien hasta el cuarto disco, ¡y yo ya tenía 36 años!
SB. Eso no es malo, ¡al contrario! Si te hubiese pasado con 21, tiempo después te avergonzarías de muchas canciones que hiciste antes de tener claro tu estilo, tus virtudes, tus defectos...
AP. ¿Crees que esa madurez influye en que las cosas no estallen fácilmente entre vosotros y mantengáis esa cohesión tan especial?
SB (LOL). Sí, yo creo que es fundamental que haya, no una admiración como músico, sino una admiración al ser humano que está detrás del instrumento. En la historia ha habido muchas bandas de musicazos que no duraron nada.
JR (LOL). Esos 10 años que pasamos hasta alcanzar el éxito marcaron nuestro ADN, y ese aprendizaje nos ayuda hoy a que la relación no se erosione.
FR (SILOÉ). También es importante no abrir melones media hora antes de un concierto [risas]. Nosotros, desde hace un tiempo, tenemos la suerte de contar con un psicólogo.
SB (LOL). ¡Como Metallica! [Risas]
FR (SILOÉ). El otro día íbamos a hacer la última Riviera y nos llamó: “Oye, tíos, podríamos tener una sesión justo antes del concierto”. Y todos dijimos: “No, no no”.
XR (SILOÉ). Ni de coña.
JACO BETANZOS (SILOÉ). Negativo, hermano.
FR (SILOÉ). ... pero está claro que aquí somos todos humanoides y tenemos que aprender a hablarnos, a querernos como compañeros, a pensar en el otro.
AP. Hay un disco que siempre hace clic y no quiero preguntaros por ese, sino por el siguiente, ¿cómo afecta el éxito a la manera de afrontarlo?
SB. [Se queda pensativo]. Todavía me cuesta asimilar lo que logramos. La gira de 1999 se extendió tanto que repetimos algunas ciudades hasta tres veces. Decidimos terminar porque estábamos agotados y nos dimos...
JR. ...una tarde sabática.
“Cuando notas que estás en el agua y tus pies ya no tocan suelo, ese es el lugar donde tienes que estar.”
– Santi Balmes (Love of Lesbian, cita de Bowie)
AP. ¿Una tarde sabática?
SB. A lo loco, lo juro [Risas]. Bajamos del escenario por la escalerilla, disfrutamos de esa tarde sabática y al día siguiente entramos en el estudio a grabar el siguiente disco...
JORDI. Un disco doble. [Risas] Nos vinimos arriba de manera bestial. Era como: “Hay que aprovechar, porque esto puede acabarse en cualquier momento.”
SB. En nuestra cabeza sonaba bien, pero con el tiempo te das cuenta de que el disco doble es, en general, el gran error de muchas bandas. Mellon Collie and the Infinite Sadness de Smashing Pumpkins tiene temazos, sí, pero quizá se podrían haber ahorrado unos cuantos.
AP. Y vosotros, Siloé, ¿Qué va a pasar con vuestro siguiente disco después del éxito de Santa Trinidad?
FR. Veremos qué pasa, porque parece que en esta industria, después de un éxito, todos esperan que repitas lo mismo. Siempre nos dicen: “Lo difícil empieza ahora”. Y yo pienso: “¿Pero qué tipo de amenaza es esta?”. Luego están los amigos que, con su sinceridad brutal, te sueltan: “Voy a decirte algo que nadie te ha dicho”. Pues quizá lo más duro ya nos lo decimos nosotros mismos. Aunque suene a cliché, nosotros solo queremos disfrutar del proceso, paso a paso… Y tampoco es que sepamos hacerlo de otra forma.
AP. LOL, en esa constante curiosidad vuestra por avanzar y no hacer siempre lo mismo, tan del ADN de Johnnie Walker, ¿cuál es el experimento del que estáis más orgullosos?
SB. “El poeta Halley”. Un tema cantado hasta el minuto 3.30 y en el que, a partir de ahí, Joan Manuel Serrat empieza a recitar. Más que una canción, es un experimento artístico que nos hizo sentirnos más allá de nuestros límites. Como decía Bowie: “Cuando notas que estás en el agua y tus pies ya no tocan suelo, ese es el lugar donde tienes que estar”.
AP. Y vosotros, Siloé, ¿algún experimento del que estéis orgullosos?
XR. “Sangre en las venas”, de nuestro último álbum. Una canción que no tiene estribillo y destaca con su riff de teclado súper ochentero. Además, es coreable por la gente, y es la canción que cantamos antes de salir para animarnos. Es como un ritual.
“Nosotros solo queremos disfrutar del proceso paso a paso… Y tampoco es que sepamos hacerlo de otra forma.”
– Fito Robles (Siloé)
AP. LOL, este es el inicio de una bonita amistad con Johnnie Walker, ¿no?
ORIOL. Pues sí. Muy buena. Siempre está bien unirte a marcas que potencian la música y están para abrir nuevos horizontes.
AP. En cuanto a vosotros, Siloé, ¿Tenéis un Caminante en casa ya directamente, ¿no?
XR. Nosotros tenemos la suerte de compartir tres cosas muy bonitas con Johnnie Walker. La primera son los valores, todo lo que significa la importancia del camino: no esa obsesión por llegar a un lugar, sino por disfrutar lo que está pasando en el presente. Dos: La pasión con la que hacemos las cosas. Y tres: Que llevamos sombrero [risas].
AP. Siloé. ¿Os lleváis apuntes de LOL y esta entrevista?
FR. Muchos. Tantos que, el otro día, Santi —a quien admiramos mucho como letrista— nos dio el título de nuestro próximo álbum. [Santi Balmes asiente]. Incluso le tengo grabado diciéndolo, por si acaso. Ya sabes, con lo bien que se lleva con la gente de la SGAE… ¡No vaya a echarse atrás! [Risas y brindis de despedida].
De vuelta en la sala de ensayo, un rato antes, suena la última nota de Ejército de Salvación y Balmes encadena bromas extremas que provocan carcajadas en todos los presentes. Consciente de la gravedad de lo que acaba de decir, finge entregarse a las autoridades judiciales: “Me llamo Santi Balmes y mi DNI es...”. Luego, comenta con ironía sobre el tono melancólico del siguiente tema: “Es muy bonito ganar dinero haciendo llorar a la gente” [Risas]. Y, antes de volver a empuñar el micro, remata: “Yo no voy al psicólogo; si me curase, no podría seguir componiendo, ¡Ja!”.
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