¿Cómo triunfar siendo una banda emergente?
Cinco cualidades imprescindibles para alcanzar el éxito (y los grupos, aún desconocidos, que mejor las encarnan)
Por Arturo Paniagua
Salvo casos contados, la música jamás fue llegar y besar el santo. Construir una propuesta musical desde cero suele ser un camino lleno de aprendizaje y esfuerzo. Un trabajo en el que la experimentación es determinante para crear algo propio, único y capaz de conectar con miles de personas de la forma más emocional. Ensayar, errar, aprender, aplicar, evolucionar y continuar aprendiendo son los ciclos que estas bandas emergentes han ido superando para crear su propio camino. Te las presento y te cuento cómo lo han conseguido.
Un artista que comienza su carrera va ganando terreno poco a poco, y a medida que atrae miradas, busca dejar su huella con su música. Pero, ¿cómo se logra esto? Si lo supiera, probablemente ya sería millonario y quizás (bueno, segurísimo) no estaría escribiendo estas líneas. Sin embargo, hay otra pregunta más importante: ¿Qué significa realmente tener éxito? ¿Es llenar conciertos, acumular millones de streams, o basta con que una persona desconocida se sepa una canción que compusiste?
Para mí, dejar marca está ligado a la personalidad artística y a esa capacidad de impactar a los demás, te escuchen 500 o 5 millones de personas. Johnnie Walker comparte esa misma filosofía de avanzar con determinación y apostar por la experimentación para construir un camino propio. En este artículo he reunido a cinco artistas emergentes que, aunque están comenzando su carrera, tienen muy claro su rumbo artístico y, poco a poco, el boca a boca les está llevando a donde merecen. Si lo consiguen, será gracias a los elementos esenciales que ponen en juego cada vez que les escuchas.
Potencia en el escenario
(Cometa)
Aunque aún están preparando su primer disco, Fanfarria clandestina, Cometa es una banda madrileña que ya empieza a dar de qué hablar en el circuito alternativo. Sus influencias musicales tienen mucho que ver con la música de los 70 y unas melodías efusivas, coloridas y brillantes que ellos tienen a bien etiquetar como “glam-pop progresivo”. Escúchales y ponles tú la etiqueta que más te encaje porque, aunque hay trazas de Queen, The Beatles, Lemon Twigs, Los Estanques o Anni B Sweet, yo te aseguro que no había escuchado nada parecido en mucho tiempo.
Si escuchar una canción de Cometa es como subirse a una montaña rusa, verles en directo es presenciar a un ilusionista principiante intentando hacer desaparecer la Estatua de la Libertad. Y, tras momentos de tensión (“¿De verdad conseguirán que todos los sonidos de este disco se repliquen en el directo?”), ves que sí, lo consiguen.
Su directo es un homenaje a la destreza musical, una celebración de la espontaneidad, un canto a la amistad que contagia, lleno de risas y exaltación. Todo esto acompañado de canciones producidas por el mago Guille Mostaza, como “Supersónico”, “Bulería espacial” o “Todo por ti”, que aunque evocan un sonido retro representan claramente el futuro de la música.
@cometaclubdefans
La perseverancia es vital
(The Crab Apples)
Muchas de mis bandas favoritas no han conseguido ese ansiado boom en la primera canción, y ni siquiera en el primer disco. Mi teoría es que, muchas veces, en la música española se necesitan al menos 10 años de recorrido para convertirte en una banda de referencia. Es casi una tragedia griega, pero es el camino que han recorrido proyectos ahora tan reconocidos como Rufus T. Firefly, Veintiuno, Love of Lesbian o Vetusta Morla.
Una de esas bandas a las que llevo tiempo prestando atención y viendo cómo perseveran, siempre siendo fieles a su vocación musical, son The Crab Apples. Carla y las dos Laias son barcelonesas, por el día tienen trabajos normales, pero durante las noches y los fines de semana, son una de las bandas más prometedoras del circuito catalán.
En ello llevan desde que publicaran su primer disco en 2014 (¡Bingo!) y, por el camino, no han dejado de innovar, experimentar y tocar todas las teclas necesarias para seguir mejorando como artistas y transmitir emociones desde un pop bien construido, evocador y tremendamente elegante. Escucho sus más recientes canciones, como “Lo que somos”, “Ojalá” o “Sin ti”, y doy gracias por que no se hayan rendido y sigan intentándolo. Porque cada intento las hace más brillantes y las acerca más al salto definitivo.
@thecrabapples
Romper el puzle y rehacerlo a tu manera (Maestro Espada)
Tomar algo que ya existía, añadirle nuevos elementos y, en el camino, reinventarlo. Eso es algo que define la música y sustenta el tan manido 'todo está inventado'. Y es cierto: a estas alturas, parece que no queda nada por descubrir, pero a menudo la combinación de elementos conocidos da lugar a creaciones sorprendentes. Porque, ¿quién imaginaría que en 2024 sería posible fusionar las atmósferas electrónicas de James Blake, la emocionalidad de Radiohead y el folclore murciano?
El resultado es uno de los discos más bellos del año: Maestro Espada, que además es el nombre artístico de los hermanos murcianos Alejandro y Víctor Hernández. Durante tres años, mientras acompañaban a Guitarricadelafuente en su gira, fueron entrando y saliendo del estudio junto al reconocido productor Raül Refree (Rosalía, Silvia Pérez Cruz) para crear algo que, pese a su minimalismo, crece hasta envolverte el corazón. Temas como 'Murciana', 'Mayos' o 'La despedía' conmueven desde el primer acorde, recordándonos esos valores esenciales de la música que tantas veces olvidamos.
@maestro_espada
Encontrar tu propio lugar (Sienna)
Creo que no hay una sola banda o artista que aterrice por primera vez en la música sabiendo lo que quiere. Y mucho menos teniendo una propuesta bien definida y personal. Son muchos los que empiezan mimetizándose con el lugar en el que querrían encajar o, directamente, mirando de reojo a los artistas que siempre le gustaron. Y es absolutamente lícito.
Encontrar algo propio requiere componer decenas de canciones y probarlas ante el público en centenares de conciertos. Solo en esa comunión compartida, el artista puede crear un espacio donde contar historias con confianza y, así, hacerlas grandes. Al valenciano Sienna le seguía desde su primer disco, publicado en 2017, que reflejaba el sonido y las reglas del indie dominante en aquel momento. De esa etapa surgieron temas destacados como “Épico y mortal”, pero su imponente voz merecía mucho más.
Y en esas llegó un tercer disco que sabe pausar, evocar, relajarse y dejar que la voz lo envuelva todo. Trance, ese álbum, es una demostración de pop sofisticado, sentido y con propósito que debería ser más habitual en la música española. Dos canciones para demostrarlo: “Creí que era eterno” y “Esto no es el cielo”.
@siennamusica
Ingenio en la producción (Alba Morena)
Una de las cosas más complicadas del trabajo con un artista es lograr que su universo interior, el cómo quiere contar las cosas, se vea reflejado de forma práctica en las melodías, en los instrumentos que utiliza y en la estructura de sus canciones. Y, en ocasiones, la cascada de ideas es tal, que la mejor opción pasa porque el propio intérprete se produzca a sí mismo.
Y la producción no es un arte precisamente sencillo que digamos, pero hay artistas lo suficientemente proactivos, curiosos y comprometidos que lo consiguen. Lo sorprendente de Alba Morena es que en las cinco canciones de Yo Te Quiero Pero lo logre con tanta seguridad y personalidad propia, llevando a puerto todas las historias que quiere contar.
La voz de Alba es calidez y cercanía, y sus piruetas estilísticas –que se aproximan al flamenco, a la electrónica e incluso al pop ochentero– son un fiel reflejo de una nueva generación de músicos valientes y desprejuiciados que tienen en la música un maravilloso patio de juegos. Si la descubres a través de temas como “No me queda na” o “Yo te quiero pero”, me darás la razón.
@albamorena_
El manejo de la narrativa (Zetak)
La narrativa en la música es una carrera de fondo. Cualquier canción tiene algo detrás y define a un artista, pero en el largo plazo se trata de conseguir que todas las canciones, vídeos, conciertos, portadas… TODO… reme en la misma dirección. Que la gente identifique al artista a través de su obra y sepa hacia a dónde va. Eso es la narrativa: la seña y la identidad de un músico en el mundo. Y, créeme, siendo emergente es complicado conseguirlo.
Uno de mis tipos favoritos de la música española es Zetak, un proyecto de música electrónica hecha en euskera creado por el navarro Pello Reparaz. Él ha mirado hacia sus raíces, hacia la música que su abuelo escuchaba en casa y las tradiciones de su pueblo, recogiendo todo lo aprendido a nivel personal para construir una narrativa que reinventa el folclore y lo devuelve a las manos de una nueva generación llena de ganas de comerse el mundo.
Todo es llamativo en manos de Zetak, y su empeño artístico y creativo resuenan en sus shows en directo, en sus vídeos, en sus estilismos y, por supuesto, en un disco titulado Aaztiyen, que fue de lo mejor del año pasado. Temazos como “ZU” o la revolucionaria “Aralarko Dama” te demostrarán la necesidad de poner el oído en música que tenemos muy cerca y a la que muchas veces no prestamos atención.
@zetak_org
Construir una carrera musical no es sencillo y, en realidad, todas estas características con las que cumplen las bandas y artistas de arriba se podrían resumir en la honestidad, la autenticidad y la valentía necesarias para experimentar sin miedo a los resultados. Si quieres descubrir a más artistas que se definen por estos parámetros, solo tienes que descubrir la playlist que he creado junto a Johnnie Walker en Spotify.
Aquí la tienes: la Playlist de Arturo Paniagua y Johnnie Walker sobre los mejores artistas emergentes que hacen de la honestidad y la experimentación su camino. ¡Dale al play y acompáñales en su emocionante ascensión hacia el éxito!
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