Por Jorge Pineda, Senior Brand Ambassador & Privates Sales de Diageo

Maridaje de cóctel Paloma con tequila Don Julio y guacamole

Degustación para novatos, capítulo 1. Aunque en la mayoría de ocasiones traeremos a este espacio mezclas más ambiciosas y sorprendentes, nuestra propuesta de hoy destaca por su sencillez y carácter apetecible: un cóctel Paloma con guacamole.

Existen varias razones para esta elección. La primera es desmitificar la dificultad de las armonías de sabor: cualquiera puede “jugar” en su propia casa y sorprender a sus invitados. Fuera complejos.

La segunda es sumarnos a la pasión desmedida que despiertan la gastronomía mexicana y su cóctel estrella: la Paloma, que desde hace más de un año arrasa en nuestro país. Te explicamos por qué.

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México en vena

Si algo define la cocina mexicana son sus texturas y contrastes, que crean experiencias sensoriales muy ricas. Una complejidad que crece exponencialmente al combinar entre sí distintas creaciones de su recetario. Esa es precisamente nuestra apuesta de hoy.

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Elementos

Declarado cóctel nacional por el gobierno mexicano, la Paloma se sirve comúnmente en bares, restaurantes y tabernas por todo el país. Aunque se desconocen los detalles de su origen, se dice que toma su nombre de la popular canción folclórica “La Paloma”, que a menudo se tocaba en las cantinas donde se servía.

En los últimos años ha conquistado paladares por todo el mundo hasta desbancar a favoritos como el Gin Tonic. ¿La razón? Su sencillez y equilibrio refrescante entre tequila, lima y refresco de pomelo rosa.

En cuanto al guacamole, es un hit conocido por todos. Algún Ferràn Adriá del pueblo azteca lo inventó en su mortero antes del siglo XV y los conquistadores españoles quedaron prendados de inmediato. Hoy, esta “salsa de aguacate” (su nombre de origen, āhuacamolli, significa precisamente esto) es una tentación irresistible en cualquier aperitivo, especialmente acompañado de unos nachos crujientes.

Jorge Pineda

Tips gourmet

¿Qué tequila? Como en cualquier maridaje, lo más importante son las materias primas. En el caso del Paloma, recomendamos el tequila Don Julio Blanco 100% agave , cuya larga maduración –sus plantas crecen durante 8 años antes de entrar en el proceso de producción– se refleja en un perfil de sabor claro y nítido, con notas cítricas y un acabado suave. Un tequila premium como este es clave para quienes deseen preparar un Paloma de autor.

Plan b. Tal vez lo más complicado de su receta sea encontrar refresco de pomelo, aunque cada vez es más frecuente en supermercados. Si no logras dar con él, no te preocupes: puedes utilizar zumo de pomelo y añadirle soda para crear la efervescencia deseada.

Decorar la copa. Otro detalle decisivo pasa por la “crusta”, que en la jerga de los bartenders significa decorar el borde de la copa. Nuestra sugerencia para este cóctel es realizar una mezcla de zumo de lima con azúcar. En ella sumergiremos el vaso dado la vuelta para mojar un poco el borde y, a continuación, utilizaremos sal tajín, una sal mexicana que incluye pimiento chile. ¿El detalle final? Media rodaja de pomelo como adorno.

Guacamole ilustrado. Además de la frescura del aguacate, que requiere servir el guacamole tan pronto como esté listo, los más gourmets le añaden un poco de tomate picado o chile fresco, e incluso hay quien prefiere sustituir el zumo de lima de la receta clásica por zumo de naranja, aportando unas inesperadas notas de acidez y algo de dulzor. La imaginación al poder.

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Notas de cata

Lo más interesante de esta mezcla es la explosión de sabores y texturas, con la acidez y frescura del Paloma entrando en contacto con la cremosidad del guacamole. Un bombardeo de matices que surge de la unión entre lo cítrico, lo salado, lo suave y lo picante.

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Momento ideal

De día o de noche, este maridaje es perfecto para todo tipo de reuniones informales. Su degustación es tan dinámica y refrescante –nada solemne– que resulta un acierto para crear atmósferas propicias de celebración. Mientras combinaciones gastronómicas más complejas pueden convertirse en el centro de la conversación, este no será el caso. Una playlist animada completa la experiencia.

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