holy drop madrid
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Holy Drop: Así es el nuevo templo del whisky en Madrid 

La gran revelación del tardeo y la noche madrileña presume de 780 referencias de 16 países y gastronomía refinada

local Holy Drop whiskeria madrid

El barman, pensativo, de pie junto a la barra. A su espalda, una librería monumental de whiskies emite destellos verdes y dorados. También hay columnas vistas, industriales. Y luz tenue. Tres clientes extranjeros recorren el local, comentan los rincones y sus distintos moods. Cuando llega el momento de elegir su asiento, reaccionan al unísono con determinación: “En la barra”, dicen. El hilo musical es una mezcla envolvente de hip-hop y soul, con ritmos suaves y nostálgicos.

Es martes por la noche en Holy Drop, la sorprendente Whiskería de Chamberí, cerca de la glorieta de Bilbao. El barman acaba de inclinarse junto a nuestra mesa. Su mirada es amigable, no intimida. Tampoco la pregunta: “¿Qué os pongo?”.

La carta es muy extensa, parece abrumadora, pero él, con su Inteligencia nada Artificial, hackea nuestras mentes hasta dar con “el trago”. Y se agradece. Si lo deseas, la experiencia en Holy Drop incluye ese rifirrafe personal, preciso y revelador: un careo preliminar y didáctico capaz de derribar cualquier complejo.

"Cada whisky tiene su historia. Aquí no te servimos una copa y nos olvidamos de ti: nos tomamos el tiempo para explicarte qué estás bebiendo y cómo disfrutarlo al máximo", explica.

Lección de historia 

Ahora estamos sentados con Eduardo Jiménez y Cristian Enache, fundadores de Holy Drop junto a Pepe Ruiz, chef del local. “El nombre del negocio me llegó en una tormenta de ideas”, explica Enache: alto, elegante, con ligerísimo acento extranjero. “Me gustaron su resonancia y su significado, que une la palabra 'santo' con 'gota', y evoca ese ritual del whisky que nosotros buscamos: cuidadoso, relajado y con moderación".

Jiménez y Enache se conocieron hace años y forjaron amistad entorno al Whisky. Entonces empezaron a reunirse para catar botellas en sus ratos libres. “Enseguida sumamos a más gente; ya que cuantos más éramos, más barato salía”, recuerdan con una sonrisa.

En 2017 dieron el paso siguiente y fundaron Whisky Club Madrid, cuyo lema es “compartido sabe mejor”, y que ha ido sumando adeptos en iniciaciones, catas e incluso –desde 2022– visitas con acceso privilegiado a las mejores destilerías de Escocia. “Viajamos allí cada tres meses, es una de nuestras actividades estrella”, asegura Jiménez.

Pero el salto definitivo ha llegado en 2024 con Holy Drop: “La evolución natural del club, con más de 1.000 socios, nos llevó a pensar en un espacio propio en el que reunirnos y, ¿por qué no?, una barra donde disfrutar de una copa antes y después de nuestros encuentros”. Esa visión se concretó en un bar, lo que implicó el fichaje de verdaderos bartenders y Pepe Ruiz, chef con pedigrí, proveniente de La Whiskería en Barcelona.

Desde su inauguración en marzo de 2024, Holy Drop ha superado todas las expectativas. Incluso ha ganado el premio a la Mejor Apertura del Año en Fibar Valladolid. “Es una locura y un honor que nos confirma que vamos por buen camino”, confiesa Enache. Jiménez añade: “Que lo reconozcan los profesionales de la industria tiene un valor especial, porque saben el esfuerzo que hay detrás”.

local Holy Drop whiskeria madrid
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Ambientes con personalidad 

Situado en la esquina de Sandoval con Monteleón, el espacio en el que se encuentra Holy Drop posee una magia difícil de encontrar. Eduardo Jiménez, su fundador, lo sabe bien: “Tardé ocho meses y visité más de 60 locales hasta dar con él”, comenta. “Me conquistaron su atmósfera interior y su distribución, que encajaba perfectamente con nuestra visión. También me atraparon el barrio, su arquitectura y su energía vibrante”, explica.

Holy Drop no es un bar al uso. Es una experiencia de 300 m² con distintos espacios cuidadosamente diseñados. La primera sorpresa está en su entrada: un botón industrial acciona su puerta deslizante. Dentro, la barra es el auténtico place to be, donde parroquianos y curiosos se mezclan. “Aquí se viene a ver y a ser visto”, dice Jiménez. 

A la izquierda, unos escalones conducen a un salón con sofás Chesterfield y paredes de ladrillo visto, ideal para conversaciones relajadas y momentos muy chill. Tras unas cortinas se despliega el espacio VIP y de catas, un rincón exclusivo para cenar tranquilamente con vistas privilegiadas a la colección de whiskies, enmarcados a través de una cristalera.

Pero ahí no acaba todo: a la derecha de la barra, una terraza interior con mesas altas se abre a la calle cuando el clima lo permite. Es el lugar perfecto para afterworks, ver retransmisiones deportivas o simplemente disfrutar de un buen whisky. Y aún queda un último secreto: un Speakeasy subterráneo, escondido tras una estantería, que estará listo muy pronto. Promete. 

Corazón líquido 

Con 780 referencias de 16 países, Holy Drop es el auténtico templo del whisky en Madrid. La oferta es tan variada como democrática, con etiquetas que van desde los 4,50 euros por copa hasta los 300.

Su repertorio nunca deja de crecer. Hace pocas semanas, presentaron en exclusiva las Special Releases 2024 de Diageo, y la respuesta fue inmediata: más de 50 botellas volaron en una sola noche, reafirmando que el buen whisky tiene un lugar especial en esta esquina de Madrid. 

local Holy Drop whiskeria madrid
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Del plato al vaso 

En Holy Drop, el viaje sensorial no termina en la copa. Su chef Pepe Ruiz ha elevado el concepto de gastro whisky bar a una experiencia sofisticada en la que los platos dialogan con las notas del destilado. La estrella indiscutible es su brisket, cocinado durante 12 horas en horno Josper y que se sirve con salsa barbacoa al whisky y puré de maíz.

Pero no es el único hit: nosotros recomendamos encarecidamente sus Celery Bravas, una reinterpretación picante y deliciosa de la clásica tapa en la que la raíz de apio se asa a la brasa y se sirve con alioli de ajo asado y salsa chipotle.

E incluso su Entrecôte, que llega a la mesa en el punto perfecto, acompañado de una bearnesa al whisky y una pizca de sal ahumada que potencia su sabor.  

Mezclas infalibles 

Aunque el whisky sea el rey indiscutible en Holy Drop. su barra ofrece todos los destilados. “Tenemos vino, champán, cerveza... incluso coctelería de autor”, explica Enache.

Este último punto merece mención aparte. De su mixología seducen clásicos como el Old Fashioned o el Whisky Sour, que cobra nueva vida con la intensidad del bourbon Bulleit y Bulleit Rye, equilibrado con limón fresco, clara de huevo y un toque dulce de sirope de vainilla. Para algo más refrescante y especiado, el Y Nos Dieron el 10 combina la elegancia de Tanqueray 10 con sirope, pepino y ginger beer, un cóctel que es puro verano en cada sorbo. Si buscas una experiencia más compleja y profunda, el Drink and Let Die es tu elección: ron añejo Zacapa 23 y whisky ahumado Talisker 10 se entrelazan con sirope de caña, bitter de chocolate, albaricoque y un toque sutil de absenta.

Aquí su barman vuelve a ejercer de guía y orientar la elección del cliente con la misma destreza con la que selecciona el whisky perfecto. Nunca falla.

Rematamos nuestra copa y, poco a poco, nos despedimos del equipo de Holy Drop. En el hilo musical On You de Kazy Lambist. A continuación, Saturday Morning, de Rules. La última pregunta es inevitable: “¿Os imagináis abriendo otros Holy Drop?”. Enache se retrepa en la silla y empieza a verbalizar una negativa. Jiménez asiente con vehemencia. “¡Por supuesto que sí!”, responde. Entonces giran las cabezas y se miran con sorpresa, casi como si se vieran por primera vez. Se ríen. Jiménez matiza: “Vamos a ir paso a paso, pero sin dejar de soñar”, concluye.

local Holy Drop whiskeria madrid
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Nos gusta…
La posibilidad de viajar con Jiménez y Enache a las mejores destilerías de Escocia.
La máxima sincronización entre el plato y la copa, con el whisky como protagonista.
Su coctelería de autor, con apuestas ganadoras como el Drink and Let Die, con Zacapa 23, Talisker 10 y un toque sutil de absenta.

Nos encanta…
La cultura heredada de Whisky Club Madrid y su inabarcable agenda de actividades.
La hermandad que se produce en la barra entre principiantes en whisky y los auténticos expertos.
La multiplicidad de espacios: 5 ambientes distintos que incluyen una zona VIP o una terraza interior con la energía de un Sports Club.

Nos vuelve locos…
Su brisket, cocinado 12 horas al Josper y con salsa barbacoa al whisky.
Su monumental biblioteca de 780 referencias de whisky.
El sexto sentido de su barman para acertar con todas sus recomendaciones.

Holy Drop
Calle de Sandoval, 15, Madrid
De 4,50 € a 300 € la copa de whisky.
holydrop.es  

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