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Que no te engañen, el post-punk es el género musical de moda
La nueva generación de artistas que desafía la alegría superficial de las redes sociales
Por Arturo Paniagua
Desde este rincón de The Bar, Darle la vuelta al cartel, apostaremos por la música desde su aspecto más humano, curioso e inspirador. Porque así es como Johnnie Walker entiende su implicación con el arte sonoro: desde valores que conllevan el esfuerzo, el riesgo creativo, la experimentación y la conexión emocional con quienes la escuchan. De ahí que en esta, mi primera recomendación, abogue por un grupo de chavales y chavalas que, haciendo un sonido más propio de los años 80 y 90, se han convertido ya no solo en una tendencia musical, sino también en las voces de una nueva generación. Aquí te dejo unos cuantos nombres y una playlist.
Desde que Kurt Cobain empuñó una guitarra por primera vez para canalizar la rabia, tristeza, frustración y abandono que sintió durante su infancia, la música demostró definitivamente que podía ser catalizadora de otras emociones menos festivas y más aciagas. Desde el corazón eternamente roto de sus letras, Cobain se convirtió en icono de una generación de jóvenes que las utilizó para darle una patada a ese mundo en el que se sentían constantemente incomprendidos.
Treinta años después de su muerte, esa impronta musical sigue viva en bandas y artistas que pasan de la alegría constante y el positivismo azucarado que intentan imponernos desde las redes sociales. Hay una nueva generación de chavales dispuestos a llevarle la contraria al mundo desde un rock tristón, filosófico, oscuro e introspectivo. Sí, eso que escuchan tus hijos se llama post-punk.
En España, en los últimos cinco años, son varias las agrupaciones que han destacado haciendo esta versión no tan rabiosa del punk, no tan destructiva del grunge, y no tan ensimismada del shoegaze. Y aunque en el saco del post-punk entran nombres como The Cure, Joy Division, o nombres locales como Décima Víctima o Parálisis Permanente; sorprende ver su revival patrio hecho además por muchachos y muchachas en la veintena. Aquí unos cuantos ejemplos recientes.
Depresión Sonora
Su nombre lo dice todo. El proyecto musical del madrileño Marcos Crespo se ha convertido en un reclamo internacional adorado en México y presente en la más reciente edición de Coachella. Si vas a verle a cualquier concierto te sorprenderá la juventud del público que le sigue coreando estrofas como: “Algunos me llaman especial, que debería estudiar más. Que siendo así quién me va a querer, solo pienso en salir de esta ciudad” (“Ya no hay verano”, 2020).
Toda esta aventura musical surge, cómo no, de la pandemia; cuando todo el mundo estaba encerrado sin saber muy bien qué hacer con sus vidas y algunos lo aprovecharon mejor que otros. Desde entonces, este vallecano no ha parado de publicar canciones que danzan en lo inesperadamente nihilista y lo sarcástico como “Bienvenido al caos” o “Dónde están mis amigos”, ambas incluidas en un primer disco que fue de lo mejor de 2022.
@depresion.sonora
Alcalá Norte
Pocas veces se ve a una banda ascender tan rápido en el circuito alternativo. Tras la viralidad de una absurda cuenta de Twitter que llamó la atención de artistas como Rosalía o Arde Bogotá, todo el mundo se fijó en el disco debut que esta banda madrileña había publicado a primeros de 2024. Sorprendentemente, detrás de esa viralidad un tanto bobalicona había un fondo artístico interesantísimo, validado por letras costumbristas con una fuerte influencia de la filosofía y la literatura.
Con “La vida cañón” o “La Calle Elfo” por delante (dos de las mejores canciones de 2024, si me preguntas), este sexteto bautizado en honor a un centro comercial decadente en el distrito madrileño de Ciudad Lineal, se ha convertido en la sensación del momento. Jamás se había visto a festivales con su cartel ya cerrado incluyéndoles para alegría del personal, y mucho menos una euforia capaz de llenar un cartel de conciertos por todo el país. No pestañeen, que se lo pierden.
@alcala_norte
La Plata
Mientras Carolina Durante ya empezaban a mirar a un público más amplio y casi se creaban un género musical para ellos mismos (uno que, por cierto, implica cantar en mayúsculas), La Plata se mantenían fuertes en el post-punk jugando con estas letras melancólicas pero casi siempre acompañándolas con unas melodías de lo más abiertas y pegadizas. A veces se sorprende uno cantando letras del tipo “Estoy cansado y no puedo dormir, no tengo sueño. Creo que es por esta ciudad, le tengo asco” (“Esta ciudad”, 2017) como si fuesen el hit pop del momento.
Los valencianos se confiesan directamente influenciados por aquel post-punk español nacido durante la movida, y lo cierto es que escucharles es una especie de máquina del tiempo con canciones que parecen directamente escupidas por una cinta de casete. Aún así la banda tiene tiempo para reinventarse y trastear con otros sonidos, tal y como hacen en su más reciente trabajo, el EP ‘Sueños’.
@laplatasanta
Ghouljaboy
Dentro de la ola post-punk, no hay un cierre exclusivo hacia el guitarreo purista. Hay bandas como VVV-Tripin´You que lo hacen desde una sorprendente connivencia con la música bakalao; Antifan, que lo hacen mirando a los sonidos urbanos; o Ghouljaboy, que se ha ido quedando con lo mejor de todos los lugares por los que ha pasado.
Con dos primeros discos publicados en el sello del mismísimo Yung Beef (la definición viva del trap), el proyecto musical del jerezano Jordi Arroyo empieza entre los beats habituales de la música urbana y cuenta con colaboraciones de nombres destacados de la escena. Pero al llegar al tercer trabajo, Ghouljaboy se sustenta en los inicios de Jordi en la música, precisamente relacionados con el post-punk. Esta mezcla de mundos ha llevado a su música a ganar una personalidad muy notoria en canciones recientes como “Busca en cada gato” mientras Jordi se abre camino en la escena española, pero también a nivel internacional, con actuaciones en Estados Unidos, Inglaterra o México.
Muchas veces a la hora de definir un género musical, uno termina pisando en varias ocasiones lo fregado. Porque bandas como Triángulo de Amor Bizarro, Belako o El Último Vecino comparten muchísimo con el post-punk sin ser bandas exclusivamente de este terreno. Pasa lo mismo con La Paloma, que en ocasiones tiende al shoegaze o al noise pop, o si no quieres complicarte demasiado lo puedes llamar “música de guitarras”. Pero es que esta banda madrileña tiene una canción que explica muy bien la desazón existencial propia del post-punk: “Odio la edad que tengo, odio el paso del tiempo. Odio hablar demasiado y odio vivir enfadado”.
@ghouljaboy
Para que puedas sumergirte en esta escena musical, he preparado una playlist con lo mejor del post-punk actual made in Spain.
Aquí la tienes: playlist de Arturo Paniagua y Johnnie Walker sobre post-punk ¡escúchala a todo volumen! Y si quieres estar al día de lanzamientos de discos, presentaciones en vivo, charlas y otros eventos de música, mira nuestra sección.
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