SAB0.0R ROJIBLANCO… CON RODRIGO RIQUELME Y NAHUEL MOLINA

A medida que avanza la receta, la charla se pone personal. “¿Vos preferís cocinar, comer... o cantar?”, le lanza Nahuel. “¡Cantar no! No es lo mío”, responde el centrocampista español sin dudar. “Comer, claramente. Aunque desde pequeñito ya me llamaba la atención la cocina. Veía a mis padres preparar cosas y siempre quería ayudar”. El defensor argentino se sincera también: “Yo soy más de hacer quilombo... cocino bastante sucio”. “No pasa nada”, responde Riquelme. “Me fío de tu mano”. 

¿Por qué la milanesa? Según el lateral albiceleste, “en Argentina es un plato del día a día. En casa era muy común. Imagínate, cinco hermanos”. Aunque también declara su amor por el asado: “Soy muy de carne, de compartir en familia: un asado, una milanesa, un mate...”.

La gastronomía de Roro, en cambio, viene por otros caminos: “En España también comemos muy bien”, reclama. “A mí me gusta mucho la fideuá de mi padre, con fideos muy finitos y la tinta del calamar. Cuando la probé de pequeño aluciné y desde entonces es mi plato favorito”.

Entre charlas y preparativos, llega el momento de brindar. “¿Un traguito de Tanqueray 0.0?”, propone Molina. “Perfecto, para hidratar”, responde el centrocampista madrileño. “¡Está rico!”.

También hay espacio para ponerse más personales. “¿Estás a gusto en España, Moli? Ya llevas tres años”, pregunta Riquelme. “La verdad que muy a gusto”, dice el argentino. “Me fui muy joven de Buenos Aires y tiene bastante similitud con Madrid. Son muy parecidas, dos ciudades grandes. Estoy muy contento de haber venido acá”.

El final llega preparando un huevo frito “como lo hacía mi mamá para darme un capricho”, dice Nahuel sirviéndoselo a su compañero. Pero antes de probar los platos, toca videollamada con la verdadera autoridad en la materia: su madre. “¿Lo hiciste vos?”, pregunta ella al ver la milanesa. “Obvio, con todas tus indicaciones”, contesta él entre risas. “Me hiciste quedar bien. Cuando la probemos te cuento”.

El veredicto no tarda: primero, silencio total. Después, los halagos. “Está riquísimo. Moli, la rompiste”, celebra Riquelme.

“Me alegro de que te haya gustado”, responde Molina, sonriente.

¡Descubre aquí la receta en exclusiva! 

Milanesas con Puré de Papas (Para 4 personas, 45-50 minutos de preparación aproximada) 

Ingredientes Para las milanesas 

• 1 kg de carne magra (nalga, bola de lomo o peceto) 
• 3 huevos 
• Sal y pimienta negra al gusto 
• Opcionales: ají molido, orégano, perejil fresco picado, 1 diente de ajo finamente picado 
• Pan rallado para rebozar 
• Aceite de girasol o maíz para freír 

• 1 kg de papas 
• Sal y pimienta al gusto 
• 1 cucharada de mantequilla 
• Un toque de leche (cantidad según la textura deseada) 
• Opcionales: nuez moscada, queso rallado o 1 huevo crudo 

1. Hervir las papas: Pela las papas y córtalas en trozos medianos. Hiérvelas en una olla con agua y una pizca de sal hasta que estén tiernas (unos 20 minutos). 
2. Preparar la mezcla de milanesas: En un bol, bate los 3 huevos y añade sal, pimienta y los condimentos opcionales (ají molido, orégano, perejil y ajo picado). Corta la carne en filetes de grosor uniforme (aprox. 1 cm). 
3. Rebozar la carne: Sumerge los filetes en la mezcla de huevo, asegurándote de que queden bien cubiertos. Pásalos por pan rallado, presionando con firmeza para que el rebozado se adhiera. 
4. Freír las milanesas: Calienta aceite en una sartén amplia. Fríe cada milanesa por ambos lados hasta que adquieran un color dorado y crujiente. Retíralas y déjalas escurrir sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. 
5. Preparar el puré: Escurre bien las papas hervidas. Con un pisa puré (o un tenedor), tritúralas mientras todavía están calientes. Añade mantequilla, un chorrito de leche, sal y pimienta al gusto. Si lo deseas, agrega nuez moscada, queso rallado o un huevo crudo para darle un toque extra de cremosidad. 
6. El toque final: Si quieres darle un plus a la receta, fríe un huevo y sírvelo encima de la milanesa. Acompaña con un último brindis de Tanqueray 0.0 para completar la experiencia.